sábado, 22 de julio de 2006

Plaza Sesamo

Es extraño. Es extraño que tu amiga esté en la nieve y a las 2:01 yo tenga un blog y escriba en él. Hoy alguien me dio instrucciones para sonreir. Al principio acepté la propuesta con algún grado de incredulidad pero no me negué. Lo más extraño o quizás normal en estos días es que todo se haga por messenger. Estas instrucciones las seguí por messenger. El está en Los Angeles. Me dijo que fuera por un espejo a lo que yo accedí de inmediato. Luego me preguntó si aun estaba de acuerdo. Claro que estaba de acuerdo y tomé el espejo entre mis deditos friolentos y somnolientos. Entonces hice click en el rectángulo naranjo y ahí estaba: "el Felipe se parece a Abelardo de Plaza Sésamo". Quizas no deba publicar por lo menos el nombre pero en estos días he aprendido que hay que ser sincera y dar la cara...a ratos no comparto mi propia postura pero debo ser consecuente. Y es paranormal. Es paranormal que al abrir la otra ventanilla messengeriana me lleguen mensajes que me descolocan, me irritan y me descontrolan y por ésta de las instrucciones...lea esto de Abelardo. Debo reconocer que la expresión de mi rostro cambiaba de un segundo a otro según abría y cerraba ventanitas naranjas pero lo más insólito es que las instrucciones lograron sacarme una carcajada reprimida. Lo que no sé si equivale a una sonrisa.

son las ocho

Son las 8:54 y por un par de palabras recordé que ya quiero tener un hijo. Quiero escribir un libro…y por si fuera poco, plantar un árbol. Un limón me gustaría. Hoy mi tío es padre por tercera vez, pero ahora de Rocío. Nunca lo quiso decir, pero todos sabemos que deseaba una figura femenina entre sus hijitos. Creo que está mal: todo debemos decirlo. Como Carolina que ayer por la mañana me dejó sin admisión y me lo dijo. Es tan simple. Es tan lindo. Es tan fácil como escribir una nota a tu madre comunicándole que no querías estar en casa porque de veras te sentías mal. De veras querías beber unas cuantas cervezas. También la nota dice que gracias y disculpa Emily por andar pesada hoy, pero no te puedo ocultar nada y hoy sí que tengo pena. Saldré aunque llueva. Aunque se inunde Valle la Piedra. Aunque se desborde el canal. Gracias por escucharme.
Quería decir más pero recuerdo que cada día nace una nueva adicción o las que ya existen se acentúan con el paso de las horas. Como tejer (o tener un blog) Me gusta tejer esa bufanda verde que, aunque diga al mundo entero que me la quedaré, todos deben saber que desde un principio no compré las tres madejas por economía. Me salió bastante cara la gracia. Siempre recuperable pero poco económica al fin. Me demoré casi todo el paro en tejerla pero como las abuelas de la Mely casi no se equivocan, claro que es cierto: tejí mi propia pena que a decir verdad…duró dos días. Luego la destejí. Destejí un año y medio de seudo-amor. Destejí mi amor. Hoy avanzo más rápido. Hoy me queda más linda…ahora por las tardes tejo. Pero hoy no sé qué tejo.