compró un vestido de fiesta. buscó pero no encontró fiesta para tan glamoroso vestido. desgarró el vestido de fiesta y quitó a medias el resto de la ropa dejándose caer al vacío de la cama.
así, a medio vestir, a medio desvestir, el rimel corrido, medio ebria medio sobria, metió su mano izquierda en la entrepierna
y dijo o quizás pensó. no. pensó y dijo: "esta casa respira y esta cama está tan vacía".
domingo, 27 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)