In my shoes.

la celulitis las estrías
la gana absurda el deseo inquieto
me lastiman y abandonan
sin piedad en medio de una pista de baile
con un piso reluciente brillante resbaloso
peligroso trágame tierra, grito
nadie escucha acá afuera
allá,
dentro
giro sobre mis zapatos
blancos
trescientosesentagrados
quedo aquí mismo
mantengo el equilibrio
I f y o u t r y
W a l k i n g i n m y s h o e s
el cielo caerá a
pedazos ya suena
el cielo
se cae y me roza. Me roza
pero no me toca.

acumula puntos donaría un peso

Suena y sin disimulo corro como condenada
Suena el aparato reproductor
de palabras lejanas, digo
Sigue sonando y dudo
Me mantengo firme pero esto ya es amenaza
Entonces
sólo entonces me aventuro me enfrento no sin miedo
Y articulo
Una palabra
Mi propio eco.
Suena otra vez
Temo todavía
Y me aventuro nuevamente
Intento ser amable ‘bien educada’
Lo único que pretendemos es no perderla como cliente, señora C
señoRIta
perdón, señorita C
nos preocupamos de usted señorita C
usted no pierde nada, ¡sólo gana!
Deme un segundo caballero
Déjeme decidir a MÍ
…
Ud, señoRIta no tiene que decidir nada.

Como los niñitos...

Me sirvo reproducir lo siguiente:

"Oh santo cielo! alcemos nuestros corazones (en este caso el cáliz de vino), que en buena misa, se responde: Lo tenemos alzado hacia el señor, y Salud, a la mía a la suya, por la buenas horas, por las risas fáciles y las palabras sonsas. Tomad y bebed de él; consejo sabio, seguido con el rigor de buenas aprendices, en el amanecer de relojes de arena, el tiempo destemplado, no nos toma, no respondemos a su conteo infalible, noctámbulas borrachas (que no fue pero será), rememorando personajes, vidas pasadas y futuras.

Desembocando en Lenga, para engullirse las patitas de mariscos, empanadas de patitas; con el frío de la tarde ,el mariscal , para no detener a la Carola, en su acto rapaz de comer, carroñera que no espera ni soporta que calor se le interpongan, entre ella y su merienda. Por sorpresa bajo la escala aparece la belleza, coagulada y abrasiva, para arrastrar lo sucio y cobijar la luz, se miran se tocan, los dedos plásticos vibrantes, los ángeles están entre nosotras, no no, somos nosotras…ay que humanidad la nuestra! Humildad quién dice eso.

Acto seguido. Dos guapísimas nenas, sentadas en la mesa más bella, se miran las vergüenzas, y se hechan a comer:
- …Y pica Carola?
- jajajaja..como los niñitos ( risas y más risas)


Gracias, gracias ...chao gracias.

Traducciones por Carolina Palmera Record, (voz en off)…oh santo cielo!! "
P.M-