Son las 8:54 y por un par de palabras recordé que ya quiero tener un hijo. Quiero escribir un libro…y por si fuera poco, plantar un árbol. Un limón me gustaría. Hoy mi tío es padre por tercera vez, pero ahora de Rocío. Nunca lo quiso decir, pero todos sabemos que deseaba una figura femenina entre sus hijitos. Creo que está mal: todo debemos decirlo. Como Carolina que ayer por la mañana me dejó sin admisión y me lo dijo. Es tan simple. Es tan lindo. Es tan fácil como escribir una nota a tu madre comunicándole que no querías estar en casa porque de veras te sentías mal. De veras querías beber unas cuantas cervezas. También la nota dice que gracias y disculpa Emily por andar pesada hoy, pero no te puedo ocultar nada y hoy sí que tengo pena. Saldré aunque llueva. Aunque se inunde Valle la Piedra. Aunque se desborde el canal. Gracias por escucharme.
Quería decir más pero recuerdo que cada día nace una nueva adicción o las que ya existen se acentúan con el paso de las horas. Como tejer (o tener un blog) Me gusta tejer esa bufanda verde que, aunque diga al mundo entero que me la quedaré, todos deben saber que desde un principio no compré las tres madejas por economía. Me salió bastante cara la gracia. Siempre recuperable pero poco económica al fin. Me demoré casi todo el paro en tejerla pero como las abuelas de la Mely casi no se equivocan, claro que es cierto: tejí mi propia pena que a decir verdad…duró dos días. Luego la destejí. Destejí un año y medio de seudo-amor. Destejí mi amor. Hoy avanzo más rápido. Hoy me queda más linda…ahora por las tardes tejo. Pero hoy no sé qué tejo.
sábado, 22 de julio de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
es cierto eso... hay que decir la verdad, no falsear las cosas, a veces por decir la verdad podriamos perderlo todo, pero es mejor perder todo de una vez que tejer una bufanda de mentiras.. (oh oh!! yo pues, la que "siempre dice la verdad")
pequeña carolina.. no pude subir la foto, espero que mejores tu tecnica...
saludos y abrazos..
de verdad la pena te duró dos dias... porque yo en realidad no te creo...
Publicar un comentario